Ridícula
como una petaca de sidra
o una tarta de mercurio
la mesa en el acantilado
está servida
Obrera
de las reyertas superficiales
perfuma las manos
con la ceniza
Corredora
de conejas
Si no volvieras jamás
no lo confieses
Un regreso
a nadie debiera
ser negado
y si no amaste jamás
que piensen que has amado…