29/8/05


TEMBLAR DE SABOR

No hay nada más hermoso que huir
huir al campanario
al subsuelo
al desierto
a la planicie verde
a la terraza
al tiempo
huir
esfumarse entre silencios y desconciertos
y dejarlo todo abandonado

Porque huir es volver a empezar
la esperanza de temblar de sabor
de aislarse sin más ropa puesta
que la propia capacidad de regocijo
de negación del horror...

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